Acuerdo de paz: ¡Tailandia y Camboya retiran sus primeras armas!
Tailandia y Camboya han firmado un acuerdo de paz para reducir la escalada del conflicto fronterizo y reducir las armas.

Acuerdo de paz: ¡Tailandia y Camboya retiran sus primeras armas!
Finalmente se han dado los primeros pasos hacia la paz entre Tailandia y Camboya. A las 18.45 horas. El 1 de noviembre, hora local, comenzó la retirada de armamento pesado de la zona fronteriza, marcando la implementación del acuerdo de paz firmado en Kuala Lumpur el 26 de octubre. Los jefes de gobierno de ambas naciones, el Primer Ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, y el Primer Ministro de Camboya, Hun Manet, estuvieron en estrecho contacto para coordinar el proceso. Con su presión, el presidente estadounidense, Donald Trump, también contribuyó decisivamente al acuerdo que, según subrayó, tenía como objetivo salvar decenas de vidas humanas. [nd-aktuell] informa que este conflicto fronterizo, que se intensificó durante cinco días en julio de 2025 y dejó decenas de muertos, fue testigo de los combates más intensos entre los dos países en más de una década.
El siguiente paso es la retirada de los lanzacohetes antes del 21 de noviembre, seguido de la artillería y los tanques en las fases posteriores. El objetivo es reducir la presencia militar en la región fronteriza al nivel de abril de 2025 para finales de año. La teniente general Maly Socheata destacó la importancia de los esfuerzos conjuntos de ambos países en la implementación del acuerdo. A pesar de estos avances, Tailandia y Camboya se acusan mutuamente de violar el alto el fuego. Durante el conflicto, decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares y hubo informes de soldados tailandeses heridos debido a las minas a lo largo de la zona fronteriza.
Los antecedentes del conflicto
El trasfondo de estas tensiones es complejo y está moldeado por disputas fronterizas de larga data. En julio de 2025, el conflicto culminó en combates que tuvieron graves consecuencias no sólo militares sino también humanitarias. Alrededor de 300.000 personas fueron desplazadas temporalmente y las tensiones políticas dominaron los titulares. Para evitar una escalada, se negoció un alto el fuego, que también incluye el acuerdo que prevé la liberación de 18 prisioneros de guerra camboyanos bajo ciertas condiciones. Estas condiciones incluyen la plena aplicación de la retirada de armas y la limpieza de las zonas minadas, tarea considerada especialmente complicada. [Tagesschau] destaca que Tailandia también se niega a liberar a los soldados capturados hasta que se cumplan todos los acuerdos.
En medio de estos acontecimientos políticos, también hubo tensiones internas dentro de Tailandia. El activista Veera Somkwamkid y un grupo de sus seguidores rompieron una barrera para llamar la atención sobre la situación, lo que fue detenido por las fuerzas de seguridad. A pesar de estos incidentes y las tensiones actuales, los gobiernos de ambos países parecen decididos a cumplir los acuerdos. El establecimiento de un equipo de observadores de la ASEAN también debería contribuir a la reducción de la tensión.
Las medidas adoptadas ahora pueden considerarse una señal positiva, pero persisten las incertidumbres. La implementación de los acuerdos requiere no sólo disciplina militar sino también una creencia genuina en la posibilidad de una paz duradera. Un paso audaz en la dirección correcta puede, de hecho, poner fin a las hostilidades. Ahora todas las miradas están puestas en lo que sucede en la región fronteriza, porque allí se decidirá si se allanará el camino hacia un futuro pacífico. [Time] destaca las oportunidades y desafíos adicionales que tanto Tailandia como Camboya aún tienen que superar.